domingo, 19 de mayo de 2013

WAIHEKE ISLAND (VINOS Y PASEO DE ESCULTURAS)

Con este post vuelvo un de nuevo a mi viaje a Nueva Zelanda con mis amigas y en esta ocasión para contaros un poco sobre una de nuestras excursiones que hicimos desde Auckland, por tanto al inicio del viaje.


Isa organizó una visita divertida y ajetreada a Waiheke Island. Decidimos ir a pie hasta el puerto de donde salía uno de los muchos barcos diarios a la isla. Esta línea de ferries opera entre Auckland y diferentes puertos.
En este camino disfrutamos, aunque la lluvia y el viento nos lo intentaron impedir, del puerto de Auckland y de la visión parcial (por culpa de la niebla) del Puente de Auckland.


Con estas imágenes entenderéis porque a esta ciudad se le llama la "Ciudad de las velas" o " City of Sails", es una de las ciudades con más barcos por persona del mundo, aproximadamente una de cada 3 personas tiene uno. De camino al puerto pasamos también por la sede del equipo neozelandés o kiwi de vela.




El viaje en barco, a pesar del mal tiempo y de lo mojados que acabamos, fue rápido y hasta divertido. Como dicen allí, en Nueva Zelanda te encuentras las cuatro estaciones del año en un mismo día, pasamos del chubasquero al bikini en una mañana.


Waiheke island, habitada por 8.000 personas, es la isla más poblada del Golfo de Hauraki. Los ferrys a la isla tanto para pasajeros como también para coches y cargas son muy frecuentes, 2.000 locales viajan cada día a Auckland por trabajo en un trayecto de unos 40 min. (casi como coger el metro). Es uno de los lugares habituales donde los ciudadanos de Auckland tienen la segunda residencia o donde van a pasar las vacaciones de Navidad/verano.



Waiheke es famosa en el país por su clima suave propicio para la plantación de la vid. Las catas de vino son una actividad muy frecuente entre la gente que está de visita. En lugar de tomar un autobús, los de la compañía Fuller parecen tener el monopolio, caminamos por senderos y algún tramo hasta Mudbrick Vineyard, donde hicimos la cata, escuchamos atentamente como un señor muy implicado y simpático nos hablaba de vinos tintos, blancos y rosados, de los sabores afrutados, a madera, ¡a alquitrán! y un montón de cosas que no llegué a notar pero que me bebí tan a gusto.



Creo que tendríamos que admitir que, a pesar de proceder los 6 de uno de los países con los mejores vinos del mundo, no habíamos hecho una cata en la vida. ¡Y mucho menos habíamos escupido el vino después de probarlo! Tened en cuenta de que al ser amigas desde la adolescencia habíamos compartido más bien botellones, litronas y cubatas. ¡Hay que ver como crecemos! Tras probar varios vinos comimos una de las mejores comidas de todo el viaje y con unas vistas que empezaban a despejarse y a dejarnos con la boca abierta.







EL PARQUE DE ESCULTURAS HEADLAND DEL GOLFO
Ya con la barriga llena y algo achispados por le vino, seguimos nuestra excursión hacia el Parque de Esculturas Headland. Podeís consultar más información en su página http://sculptureonthegulf.co.nz.
Esta isla ha sido desde hace muchos años refugio de artistas de toda clase, bohemios y también de mecenas. Darse un paseo entre la naturaleza de la costa y entre esculturas al aire libre fue una actividad no sólo cultural, sino también muy divertida.
Consiste en un recorrido de unas dos horas (si te tomas tiempo para ver y "jugar" en alguna de las esculturas, y el acceso es gratuito. A la entrada piden el apoyo de los visitantes, en el que puedes hacer la donación que creas conveniente.
La ventaja de las esculturas de este parque es que muchas de ellas son participativas, no son tan solo para mirar. No me extenderé en ellas porque muchas son temporales y cuando vayáis cualquier otro año no las encontraréis. Algunas son más convencionales, algunas estrambóticas, otras no podrían existir sin las naturaleza que las rodea, otras sin la gente que las disfrute y participe de ellas.






la palabra que introducimos hoy en el blog es

LAND ART
El Land art es una corriente artística que surgió a final de los años 60, dentro de las corrientes en auge de la desmaterialización del objeto artístico. Llegado el momento en que se pone en cuestión el papel director de museos y galerías de arte, esta corriente pretende llevar la experiencia estética a la naturaleza, al espacio "real", la naturaleza pasa a formar parte del arte y deja de ser tan sólo algo a imitar. 
Los primeros artistas que formaron parte del Land art fueron americanos, y en el comienzo de este movimiento hacían "intervenciones" de grandes dimensiones. A destacar entre los pioneros de este movimiento estuvieron Dennis Oppenheim, Walter di Maria o Christo. 
El Land art inicial depende, aunque intentaban evitarlo, de los museos y galerías, ya que el público disfrutaba de las obras a través de las fotografías y vídeos expuestos en ellos y no directamente en el lugar.
Si bien estos son los artistas del movimiento en cuestión, han dejado un legado en el arte que podemos observar en el paseo de Waiheke island, que no se limita a la obra expuesta, sino también a la relación con el entorno, a la modificación de como vemos algunos puntos de la naturaleza o como la naturaleza modifica las obras de arte. 

Surrounded islands de Christo

Campo de pararrayos de Di Maria
Sombrillas de Christo

Spiral Jetty de Smithson

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