jueves, 9 de mayo de 2013

KOH TAO, LA ISLA TORTUGA (SNORKEL Y SUBMARINISMO)

Después de in intenso viaje que había mezclado ciudades modernas, ruinas antiguas, junglas, animales y cascadas, llegaba el momento de disfrutar del clima y las playas del país. Habíamos oído que Ko Samui y Ko Phagnan eran excesivamente turísticas y buscábamos algo menos atestado para un par de días de descanso. Ko Phagnan es famosa, por cierto, por sus fiestas de luna llena (Full Moon Party), en la que se reúnen miles de turistas durante un par de noches muy locas, saltan sobre cuerdas de fuego, beben y ligan una barbaridad. A nosotros no nos coincidía la luna llena y tampoco era nuestro objetivo emborracharnos con guiris en una isla, eso lo podemos hacer en Mallorca cuando nos venga en gana. ¿Será la edad?
Un consejo que he leído en varios lugares, es que si quieres ver Koh Tao aun más tranquila de lo habitual, hay que ir durante la luna llena, ya que todo el mundo va unos días de fiesta a Ko Phagnan.
Así que, después de una larga noche de tren desde Bangkok hasta Surat Thani, cogimos un bus hasta la costa y dos ferrys diferentes para llegar a la llamada Isla Tortuga.

La isla tiene unos 21 km2 y se sitúa en el golfo de Tailandia, al suroeste del país. Recibe el nombre de Ko o Koh (isla) Tao (tortuga) debido a que en el pasado eran muy abundantes en sus aguas, se veían desde los barcos y las playas sin dificultad.

Historia. En un inicio esta isla fue un refugio intermitente para los pescadores, pero desde 1933 hasta 1947 fue utilizada como cárcel política. Tras el perdón emitido por el Primer Ministro, la isla volvió a quedar deshabitada pero por muy poco tiempo, ya que ese mismo año dos hermanos gemelos Khun Ueam y Khun Oh llegaron a Koh Tao en su barca desde la vecina Koh Phagnan, llevando a sus familias y comenzando a cultivar la tierra. En los 80, los primeros turistas descubrieron las cristalinas aguas de las playas de Koh Tao y la convirtieron en un destino turístico importante, en el que destacan los buceadores y los mochileros. Las playas más conocidas de la isla son Mae Haad, Sairee Beach y Chalok Baan Kao.

Al desembarcar buscamos alojamiento entre las muchas personas que te ofrecen diferentes alternativas y nos decidimos por un lugar tan apartado y remoto que fue un acierto. El "hotel" se llama View Rock Resort y se encuentra en una pequeña bahía rocosa donde sólo hay otro edificio que parece abandonado. Alguien del hotel te recoge en el puerto y te lleva en pickup, imposible hacerlo con otro tipo de coche y menos en moto. El trayecto en ferry había sido largo y pesado (nos paramos en cada una de las islas), sobretodo para mi que estaba de color verde por alguna cosa que había comido. Para cuando llegamos al hotel ya era media tarde.

El resort consta de unos pequeños bungalows que se reparten sobre en una empinada pendiente llena de árboles y jardines. Tan sólo vimos a una pareja en todo el hotel así que nos sentimos como los dueños del lugar.



Algo muy curioso es que la "recepción" está abajo de todo, junto al mar. Esta palapa sobre las rocas es una maravilla, allí nos sirvieron comida deliciosa, tomamos un buen cóctel, reservamos la excursión del día siguiente y vimos las estrellas por la noche. Bueno, yo comí pan tostado...


Uno de los contras de este alojamiento es que sólo tienen luz 10 horas al día, las nocturnas, pero no la echamos nada en falta; también podéis descartarlo si no os gustan los escalones. Al estar lejos de todo, el hotel funciona con generador, por tanto una cosa que sí eché muchísimo de menos es el agua caliente. Puede parecer que con el calor de su clima no hace falta, pero cuando sales del mar al final de la tarde necesitas entrar en calor. He de confesar que no fui capaz de lavarme el pelo, imposible para mi meter la cabeza bajo el agua fría de noche. Algo singular fueron estas camas con mosquitera blanca.

Pasamos la tarde haciendo uno de nuestros deportes preferidos, snorkeling. Se nos pasó el tiempo dentro del agua, en un lugar tan apartado de la isla que los peces no parecen tener miedo. El fondo rocoso es fenomenal para encontrar diferentes especies marinas y disfrutamos como locos. El resort no tiene playa, ni arena para tumbarse, pero es un lugar magnífico para disfrutar del mar.
Cenamos solos, bueno cenaron Amalia y Roberto, porque yo seguía con el estómago revuelto y la cara verde, y nos tumbamos en uno de los pequeños lujos de este hotel: unas hamacas bajo el cielo estrellado sin nada que nos molestara.

Al día siguiente nos dedicamos por completo al mar y a los peces, hicimos una excursión en barco por diferentes calas de la isla donde nos tiramos para ver peces, algas y corales a través de los cristales de nuestra careta. Por supuesto de eso no hay fotos, no llevamos carcasa para la cámara (otra de las hermanas tiene una). En el mismo barco te dan un picnic, que por supuesto tampoco me pude comer porque cada vez estaba más verde.
El submarinismo es la actividad económica que más dinero aporta a la isla, muchos de los turistas se animan por primera vez en su vida a probar este emocionante deporte. A pesar de que Amalia y yo estamos certificadas desde hace muchos años, no animamos mejor por el snorkel, que en aguas someras no tiene nada que envidiar al submarinismo, siempre que se tengan unos buenos pulmones. Encontraréis mil sitios donde sacaros el curso básico, llamado Open Water Diver, y obtener una licencia internacional que os servirá en futuras ocasiones.


La última parada del día fueron las Islas Nangyuan, donde nos dieron dos horas libres. Están por tres pequeños islotes en medio de un mar turquesa unidas por dos lenguas de arena. A pesar de estar llenísimas de turistas eran muy bellas y encontramos un rinconcillo donde estar tranquilos. A Amalia y Roberto aun le quedaban energías para subir la cima de uno de los islotes y hacerse una foto con estas impresionantes vistas. Yo me quedé tomando el sol tranquilamente, llevaba ya dos días sin comer y las energías se acababan ya. Se ve que en esa isla (donde hay caminos hacia casas y playas privadas), hay un resort de buceo donde alojarse. Hay que apuntárselo para la próxima vez.

 


Una de las páginas oficiales de la isla (http://kohtaoonline.com/home.htm) os recuerda ser muy respetuosos con el medioambiente. A pesar del turismo masivo, tratan de conservar la vida marina lo mejor posible. Hacer caso a vuestro Dive Master o al sentido común y no pongáis un solo pie sobre los frágiles organismos. Cuando aprendí a bucear hace muuuucho tiempo (casi 15 años) mi instructor nos enseñó a hacerlo con las manos cruzadas por delante o por la espalda, así evitas la tentaciones. Recuerda, llévate las impresiones grabadas en la mente, no recojas nada del mar ni compres nada que pueda fomentar prácticas poco amigables con el medio ambiente. Las caracolas son más bellas en la playa que en una triste estantería de tu casa. Consultad aquí los lugares de buceo.

Las dos palabras sobre las que quiero hablar hoy son: snorkeling y submarinismo: la industria principal de la isla.

SNORKEL, SNORKELING O ESNÓRQUEL

Snorkeling, o como decimos en broma en mi casa squirling, es el deporte que practicamos en esta excursión en Ko Tao.
La versión española de la palabra es esnórquel (con acento y q en lugar de k) y aún no está aceptada por la Real Academia de la Lengua, pero está en estudio. Las forma inglesa habitual es snorkel o snorkeling. La palabra original es en alemán schnorchel (¡toma palabro!) y designaba el tubo que los submarinos alemanes de la IIGM utilizaban para alimentar de aire los motores de diesel. Si no queréis usar la forma adaptada del inglés podéis escoger tubo de buceo o tubo respirador.
El snorkel es un dispositivo en forma de tubo para suministrar aire a algo (un motor, una caldera) o a alguien (para poder respirar). El uso en español está prácticamente restringido a este último uso. 
Nosotros llamamos snorkel a ese tubito normalmente de un color chillón (para no perderlo por si se cae en el mar) que se combina con una careta y que te permite tener la cara sumergida y recibir aire sin tener que levantarla. Un buen equipo de snorkel incluye inevitablemente el uso de aletas para una mejor propulsión.
Este equipo se usa para el deporte también denominado snorkel, que implica disfrutar de los fondos marinos de aguas no demasiado profundas. Uno no permanece necesariamente en la superficie, tan pronto como veas algo interesante en el fondo, aspiras profundamente varias veces te sumerges y cuando vuelvas a la superficie debes hacerlo con una mano o ambas estiradas hacia arriba (para evitar choques) y soltando el aire pausadamente para que cuando llegues a la superficie el tubo esté vacío y puedas seguir respirando sin sacar siquiera la cara.
Os pongo unas fotos para que veáis que es juego de niños.
Mi sobrino Toni hace 6 años aún no usaba el snorkel pero lo
llevaba en la mano

No sé sobrina será esta pero ella ya lo lleva correctamente

SUBMARINISMO o BUCEO AUTÓNOMO

El submarinismo es, en cambio, un deporte algo más complicado y sobretodo más caro de practicar. Submarinismo define a las inmersiones en el mar, espeleobuceo en las inmersiones en cuevas y buceo de altura a inmersiones en lagos de montaña.
El buceo autónomo utiliza una botella de aire comprimido para poder respirar bajo el agua, y aunque os parecerá muy pesada en un inicio, bajo el agua resulta muy ligera. Las inmersiones recreativas duran aproximadamente una hora, y dependiendo de vuestro tamaño, pulmones, condición física y de la inmersión en sí, os sobrará más o menos aire. Una de las claves de este deporte es cuando llegues a la mitad del aire des la vuelta de nuevo a la orilla o al barco. El equipo básico, que al principio parece complicadísimo, consta de un equipo ligero (aletas, máscara y snorkel) y un equipo autónomo (botella, chaleco hidrostático, reguador con profundímetro y manometro y lastre).
Si bien es un deporte apasionante y que engancha, tiene sus riesgos. Usad el sentido común y nunca buceéis solos, respetad los límites de tiempo y profundidad y sed precavidos con la vida marina.
Hace mucho que no practico el submarinismo, hace ya años. He rebuscado en el baúl de los recuerdos  y he encontrado fotos de la familia buceando, son del 2006.
Siempre bucear en parejas. No hay nada como la buena compañía
Las manos cruzadas para no dañar nada
La gente normalmente bucea mirando al fondo, pero mi hermana Carol es así de chula!

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