Durante mi estancia en Cantabria decidí
pasarme un día en este pequeño pueblo de los valles Pasiegos.
Llegué en un corto viaje en autobús desde
Santander por un poco más de dos euros. Hay varios de ellos al día tanto entre
semana como en fin de semana. Nada más llegar quedé encantada con el bello
paisaje del pueblo, con sus farolas rojas, con el río Pas cruzándolo a lo largo
y dándole vida. Las calles son preciosas, las casas grandes, unifamiliares,
muchas de ellas hechas de piedra y en estilo tradicional aunque modernas.
Justo frente de la parada del bus se
encuentra el Gran hotel-balneario de Puente Viesgo que da fama al pueblo. Ya desde 1766
se encuentran referencias de casas de baño entorno a los manantiales de aguas
termales que se encontraban en las fincas de la familia Corcho. En 1898 se
construye un primer Balneario o Casa de Baños que tiene su auge a inicios del
S. XX y a él acuden personas ilustres y artistas de la época como el Marqués de
Comillas, Benito Pérez Galdós o Menéndez Pelayo. Tras este periodo dorado, el
balneario prácticamente se abandona hasta que a finales del S. XX el hostelero
Manuel Pérez Mazo compra el terreno y hace una remodelación integral del lugar,
modernizándolo y dotándolo de todos los lujos de los spas de hoy en día. El
establecimiento recuperó su fama en 1994 cuando la selección española de fútbol
se concentró en este lugar antes del Mundial de Estados Unidos y desde entonces
no es nada raro ver las selecciones de diferentes deportes allí concentradas:
fútbol, fútbol-sala, balonmano, baloncesto...
Se trata de un hotel de cuatro estrellas y
101 habitaciones y el balneario o "templo del agua" tiene de todo y
se dice que el restaurante, nada barato, es de lo mejor.
Tras pasear por la calle, entre los dos
edificios que forman el Hotel Balneario, llegué a visitar la pequeña iglesia
del pueblo. Es de estilo neorrománico, por lo que es muy bella y sus esculturas
son muy nuevas, pero le falta, como lo diría yo... "autenticidad".
Aunque imite es estilo de las iglesias románicas del norte de España, se nota a
la legua que no es medieval, ya que fue construida en 1948 sobre una del S.
XVIII. Destaca por unos capiteles, ménsulas y esculturas de portada que, que
evidentemente, están muy poco desgastadas por el tiempo y te hace imaginar en
que estado estarían, por ejemplo, las del Pórtico de la Gloria de Santiago, si
no hubieran pasado todos los siglos por encima.
CUEVAS DEL CASTILLO Y LAS MONEDAS
Después de este paseo ligero por un par de
calles de la ciudad, volví a la parada del autobús, donde se ve muy claro el
cartel para los coches que indica la dirección hacia "las cuevas
prehistóricas del Castillo".
Es el momento de comenzar una buena
combinación entre deporte y cultura. Si os acercáis en coche, dejadlo en el
aparcamiento y seguid el camino bien señalizado como PRS17 que sube hasta la
cima del monte. No os preocupéis que las cuevas están a sólo un tercio de la
subida a la cima y si queréis o el tiempo no lo permite no tenéis porque subir
hasta la cima. El camino es bastante sencillo y es apto también para los
pequeños siempre que no haya llovido recientemente y esté resbaladizo pro culpa
del barro.
Llegué un poco cansada a la Cueva del
Castillo, donde se encuentran las taquillas y los edificios de servicio como
baños, mesas con bancos, máquinas expendedoras y edificio de oficinas. No os
podéis olvidar de hacer la reserva previamente por internet o teléfono, ya que
en temporada alta puede que os quedéis sin plaza. Yo llegué una hora antes de
lo previsto y como era yo sola, me pudieron acomodar en grupos que no habían
quedado completos. La chica de las taquillas fue encantadora y me propuso para
que no tuviera que esperar mucho visitar primero la cueva de Las Monedas y
luego la del Castillo, al revés de lo habitual.
Lo mejor es que el día había cambiado, y
si en Santander llovía con ganas, en ese momento el sol lucía con fuerza y el
paisaje desde la "repisa" donde se encuentran las cuevas, se ven el
valle y los montes de un verde espectacular. Esperando el rato hasta que
comenzara una de las visitas paseé al sol, oí vacas a lo lejos y vi unos
buitres enormes dar vueltas muy bajas seguramente sobre algún animal muerto.
El conjunto de las Cuevas del Monte Castillo no se limita sólo a las dos que he mencionado, sino que hay más cerradas al público, pero se pueden ver las rejas que cierran su entrada y los nombres grabados sobre la piedra junto a ellas. No todo es lo que se ve en esta vida, sino que también es lo que te imaginas tras una puerta cerrada tras nombres evocadores como Las Chimeneas, la Pasiega, ...
El conjunto de las Cuevas del Monte Castillo no se limita sólo a las dos que he mencionado, sino que hay más cerradas al público, pero se pueden ver las rejas que cierran su entrada y los nombres grabados sobre la piedra junto a ellas. No todo es lo que se ve en esta vida, sino que también es lo que te imaginas tras una puerta cerrada tras nombres evocadores como Las Chimeneas, la Pasiega, ...
CUEVA DE LAS MONEDAS
Como os he dicho, esta es la que se suele ver en segundo lugar, y es una maravilla en cuestión de las formas de la naturaleza, los colores de la piedra caliza, las estalactitas, estalagmitas, columnas, cascadas o coladas formadas por el paso de los siglos del agua entre la piedra de este monte puntiagudo.
Aquí el guía, que no era muy expresivo que
digamos, nos enseñó el brillo de las bacterias que destruyen la pintura. Nos
destacó las diferentes formas de las rocas, nos señaló las formaciones más
espectaculares y nos contó la leyenda del nombre que le han dado a la
cueva. Hay que tener en cuenta que la exploración
de las cuevas no es algo contemporáneo, que un intrépido explorador debió
entrar en el siglo XVI y bajando por una sima de 20 metros con una cuerda y dejando una huella de bota con clavos al findo. Al volver a subir, le cayó un saquito de monedas
y temiendo por su vida, por no poder salir allí las dejó a la posteridad.
En esta cueva además se encontraron varios
esqueletos de oso, que usaban esta cueva para hibernar.
Las pinturas en esta cueva están
concentradas en una sola galería y son muy bellas y la que más me gustó a mi es
una de un zorro.
http://cuevas.culturadecantabria.com/castillo.asp
Es la primera cueva que se descubrió y la
más famosa del conjunto. Fue descubierta por Hermilio Alcalde del Río en
1903. De ella destaca la parte en la que menos se fija el público, la cornisa o
abrigo bajo el que habitaban los humanos. Esa gran cornisa o visera, cubría la
zona donde ahora se halla la recepción y un pequeño centro de interpretación,
tras los cuales se ven los andamios y los procesos de excavación de los que se
obtiene la información de la vida cotidiana de las dos especies que habitaron
el lugar, Neanderthales y Homo sapiens. Este es el lugar donde se desarrollaba
la vida cotidiana, donde se alimentaban, cocinaban, dormía, etc. El interior de
la cueva era en cambio, el "templo", el lugar donde se realizaban las
pinturas rituales y contactaban con lo divino.
Gran parte de la cueva es visitable, pero
el grupo permanece siempre acompañado de un guía, que los detiene en los
lugares donde o bien las formas de la naturaleza o bien los restos artísticos
de los humanos son destacables. El último tramo de la gruta no se puede visitar
por causas de conservación. Por este mismo motivo, el guía va encendiendo y
apagando de nuevo las luces de las pinturas que enseña, incluso apaga tramos
enteros de luz al salir el grupo. La cueva es muy amplia y no hay pasos
estrechos, está habilitada para el paseo de los turistas, con pasillos y
escalones tallados en la piedra. Pero os recomiendo que llevéis zapatos que no
resbalen y si vais en verano una chaquetilla para no pasar frío. Yo la visité
en febrero e incluso se estaba mejor en el interior, ya que la cueva mantiene
una temperatura bastante estable sobre los 15 grados.
Los guías procuran pararse en ejemplos de
diferentes épocas y de diferentes motivos.
Las figuras de animales son las más
famosas, como por ejemplo este bisonte coloreado, aunque también vimos renos,
ciervos, uros y algún bóvido más. Me encanta la manera que tenían de aprovechar
los relieves de las piedras para dar forma a las figuras, algo que en las fotos
es difícil de mostrar.
La que más me llamó la atención a mi fue
un panel lleno de manos pintadas sobre la pared en negativo, es decir poniendo
la mano sobre la piedra y soplando el pigmento a través de un hueso vacío a
modo de spray. Si bien este hecho no es especialmente original, ya que se
encuentra en más cuevas, a mi me gusta imaginarme a cada una de las personas de
un grupo dejando esta huella tan personal. Según la guía la mayoría son de
hombre e izquierdas pero también hay algunas de niño y derechas. Hay repartidas
por toda la cueva unas 50.
Las últimas son los signos, entre los que
destacan unos discos o puntos colocados como en línea, seguidos y cuyo
significado es un misterio, aunque pueden significar mil cosas como un
calendario, un sistema de contar, o vete a saber tú qué.
Al salir de esta maravillosa visita a las
cuevas tuve mala suerte y el tiempo había empeorado, y pecando de prudente
decidí no subir a la cima del monte. Pero se ve que es una excursión muy
recomendable y no demasiado difícil. Por lo tanto bajé directamente al pueblo,
donde aproveché para comer en uno de los varios restaurantes que hay junto a la
carretera principal y allí esperé con este platazo a esperar que dejara de
llover. Siento decir, que a pesar de tener muy buena pinta, la carne no estaba
todo lo tierna que era de esperar.
VIA VERDE DEL RÍO PAS
http://www.balneariodepuenteviesgo.com/actividades/en-el-entorno/40-via-verde-pas-puente-viesgo-a-ontaneda
Después de comer el tiempo había mejorado así que decidí hacer una suave ruta que hay paralela al río, por una pista asfaltada y también preparada para las bicicletas. Yo no la hice completa porque la tarde avanzaba y tenía que coger el bus de vuelta, pero siempre me impresiona ver un río (teniendo en cuenta que en Mallorca no los hay).
En un inicio está asfaltada en rojo y hay bastante paseante y pasas junto a la antigua estación de tren, ahora en desuso, pero con encanto.
Hay un precioso puente de forma esbelta hecho de madera y unos muy tosco a modo de "tablón" hecho de hormigón algo más adelante. Lo sorprendente y siempre agradable son los montes cercanos tan verdes entre bosques y pastos que dan fama al norte de España, que por lo demás es un país donde domina el secano.
Después de comer el tiempo había mejorado así que decidí hacer una suave ruta que hay paralela al río, por una pista asfaltada y también preparada para las bicicletas. Yo no la hice completa porque la tarde avanzaba y tenía que coger el bus de vuelta, pero siempre me impresiona ver un río (teniendo en cuenta que en Mallorca no los hay).
En un inicio está asfaltada en rojo y hay bastante paseante y pasas junto a la antigua estación de tren, ahora en desuso, pero con encanto.
Hay un precioso puente de forma esbelta hecho de madera y unos muy tosco a modo de "tablón" hecho de hormigón algo más adelante. Lo sorprendente y siempre agradable son los montes cercanos tan verdes entre bosques y pastos que dan fama al norte de España, que por lo demás es un país donde domina el secano.
Para acabar mi visita al pueblo, aproveché
para comprarme unos sobaos,
dulce típico de Cantabria con un delicioso sabor a mantequilla que me han
servido de desayuno para los días siguientes. Los sobaos son típicos de los
valles pasiegos, hechos con mantequilla, azúcar, harina, huevos, sal limón rallado,
levadura y un poco de anís o ron. Mmmmm. Riquísimos y no aptos para los que
hacen dieta.
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