Aunque parezca mentira, miles de personas que aprenden a hablar
castellano repiten una y otra vez la frase para practicar nuestro sonido
<ll>. En Sevilla, lluvia no hay demasiada, está situada en el sur de
España, en la Comunidad Autónoma de Andalucía. El calor aquí en verano es
horroroso, y en estos lares se oyen a menudo 40 grados a la sombra, se podrían
freir huevos en el capó del coche, etc. Aunque no os creáis que es un lugar
seco, Sevilla se encuentra junto al cauce del río Guadalquivir, en un llano, y
encontraremos vergeles y jardines principalmente junto al río.
Foto del periodico.com. Autor: Guillermo Moliner |
El nombre del río y de la ciudad ha ido cambiando a lo largo
de la historia y de las diferentes civilizaciones que han ocupado el lugar, y
aunque no os quiero dar una larga clase de historia, han sido muchas. Desde los
habitantes prehistóricos a la moderna ciudad habitada por más de 700.000
habitantes (la 4ª más habitada del país) se han sucedido diferentes etapas.
El origen mítico de la población se encuentra en la
Civilización tartéssica, situada al final de la Edad del Bronce, donde los
pueblos indígenas se vieron influenciados por una importante colonia
fenicia. Los fenicios, los primeros
grandes comerciantes del Mediterráneo, les trajeron avances e inventos como el molino o las
técnicas de extracción de los metales, llevándose a cambio a su lugar de origen
(Líbano) principalmente los metales de la zona. En estos momento el asentamiento se llamaba Spal, o "tierra llana" y el río Tartesos, nombre que pusieron los griegos al río y a la que creían la primera civilización de occidente.
Poco después, y debido a la crisis del S. VII a.C, junto al
inicio de la Edad de Hierro, aparecen en la cuenca mediterránea de la península
la Civilización Ibera. El pueblo ibero que ocupaba este lugar se llamaban Turdetanos
y destacaron por ser uno de los pueblos íberos más avanzados. En este momento la ciudad sigue con la denominación de Spaal.
* Por cierto, notad que la RAE prefiere el modo -ibero- al -íbero- (acentuado), aunque los dos están admitidos.
La civilización ibera, no desapareció de un día para otro,
fueron aculturizados por los romanos, que poco a poco ocuparon su espacio,
sustituyeron sus normas, su idioma, sus costumbres. En época romana la ciudad
se llamó Hispalis y el río Betis (que dio nombre a la provincia Bética). Vale mucho la pena que visitéis otra ciudad romana muy
cercana: Itálica (Santiponce). De época romana, en la misma ciudad de Sevilla, muy curioso visitar el
Antiquarium.
El próximo momento muy señalado de la ciudad será la
dominación árabe en Al-Andalus, la que Sevilla se llamó Isbiliya. Fue capital del Imperio Almohade. De la época musulmana que quedan monumentos
tan señalados como la Giralda, unos baños árabes, etc. En este momento el río pasa a llamarse Al-wadi al-Kibir o "río Grande".
En 1248, con la conquista de Fernando III, la ciudad se incorporó a la Corona de Castilla y toma el nombre definitivo de Sevilla. De esos primeros como parte del reino cristiano, nos quedan
maravillas como el Alcázar, la catedral, etc. En este momento el río toma el nombre definitivo Guadalquivir.
* Por cierto vale la pena fijarse en el prefijo árabe <<Guad>>, que significa río y que está presente en muchos topónimos de España como en los ríos Guadiana, Guadalete, Guadalmina o ciudades como Guadalajara.
Con el descubrimiento
de América en 1942, Sevilla se convertirá prácticamente en la capital económica del Imperio
español, ya que a ella llegaban las riquezas y los documentos que podemos leer
en el Archivo de Indias. Se funda en este momento la casa de Contratación, donde se dirigían y contrataban los viajes y se controlaban las riquezas que llegaban de América.
Mi resumen histórico parará aquí porque la ciudad cambiará
mucho pero no de nombre y porque podría hacerse eterno.
¿Qué hay de típico en Sevilla? Millones de cosas, Andalucía
es una de esas comunidades autónomas con mucha personalidad, con un acento muy
peculiar, costumbres arraigadas y en definitiva un “color especial”. Pero no todo en esta vida es toreros,
flamenco y catedrales. Los sevillanos me han resultado una gente muy fiestera,
que tienen la calle como casa, agradables, chistosos, pero también bastante
chillones y algo quejicas. Acostúmbrate a que te llamen “Mi arrrrma” en
cualquier ocasión, disfrutar de cerveza porque sí y
escuchar cantar o rasguear una guitarra en cualquier momento.
Cosas maravillosas tenéis para ver en la ciudad, no todo son
monumentos, también son sus calles, patios y gentes. Os recomiendo que empecéis
por el casco antiguo y visitéis las maravillas que ofrece. Es obligado empezar
por el barrio de Santa Cruz, antigua judería, y seguir a los alrededores de la
catedral. Las calles son estrechas y aun podréis visitar algún maravilloso
patio.
LA CATEDRAL Y LA GIRALDA
La entrada a la catedral son 8 euros y la cola, en fin de
semana, es considerable. Es un bello edificio gótico de grandes dimensiones, de cinco naves y estilos muy diversos en el interior. Se sitúa sobre una mezquita musulmana y tiene una planta rectangular sin el claro ábside circular habitual en el gótico. Tiene el inconveniente típico de las iglesias de este estilo, un coro situado en
medio de la nave central, que dificulta la visión diáfana del templo. Se ve que todo el mundo destaca
el retablo principal, que yo no pude ver por culpa de estar en restauración. Me impresionaron mucho las bóvedas que cubren la parte cercana al crucero de la catedral, con una decoración abigarrada y sorprendente.
MONUMENTO FUNERARIO CRISTÓBAL COLÓN
Paseando por el interior, vi que todo el mundo se detenía ante este extraño grupo escultórico
en uno de los brazos del crucero, en el derecho o en el lado de la epístola. Está junto a la "Capilla Antigua", donde dicen que el almirante rezaba antes de cada viaje.
* Cuando estamos en un templo cristiano y nos ponemos mirando hacia el altar, el
lado derecho se llama epístola y el izquierdo evangelio.
Esta extraña escultura es de Arturo Mélida y data de 1891.
El monumento consta de 4 hombres o heraldos portando un féretro. Cada uno de ellos representa los reinos de Castilla, León,
Navarra y Aragón.
Qué esté enterrado allí el gran descubridor del Nuevo Mundo o no, ya es
otro cantar, ya que sus restos se han mudado de lugar en varias ocasiones. Casi han viajado más sus restos que él mismo. Colón murió en Valladolid en 1506, donde le enterraron inmediatamente. A los 3 años se le desenterr´y se le trasladó a la Cartuja de Sevilla donde se quedó hasta 1537. Pero, siguiendo los deseos del mismo Colón, sus restos fueron trasladados a las nuevas tierras que el había descubierto, y se le enterró en la catedral de Santo Domingo. Pero en 1795 la isla de la Hispaniola fue cedida a Francia y los restos se trasladaron a la Catedral de la Habana, Cuba. Allí permaneció hasta 1898, cuando tras la pérdida de Cuba, los restos viajan de nuevo a España y se depositan finalmente en la Catedral de Sevilla. Me canso sólo de imaginarlo, pero no creo que a Cristóbal Colón le molestara tanto viaje incluso muerto.
Por cierto, ¿Sabéis que en "sa Roqueta" creemos (y algunos muy firmemente) que Colón era mallorquín? Cristobal, o más bien Tòfol es un nombre bien de la isla, igual que el apellido Colom. Hay una canción del grupo mallorquín Ossifar que os lo dejará bien claro. Pinchad aquí para escucharla: http://www.youtube.com/watch?v=8sGtVGQiifs.
LA GIRALDA
Tras visitar el interior catedral y sus consabidas salas anexas (sala
capitular, sala del tesoro, etc.), lo siguiente es pasar a uno de sus puntos
más destacados: la Giralda. La torre es obra de los arquitectos Ahmad ben Bassu y Alí de Gomara en su inicio musulmán (1171-1198) y de Hernán Ruiz Jiménez en el remate manierista (1557-1569). Mide 98,5m de altura y fue durante siglos la torre más alta de España, mide casi el doble que la de pisa y un par de metros más que el Big Ben.
Recibe este nombre por el Giraldillo, la gran escultura de la parte
superior, de bronce, que es una veleta y gira. Hay una reproducción mucho más a mano, en la entrada a la catedral. Es gigantesca y representa el
triunfo de la fe.
La Giralda es la torre campanario anexa a la catedral y tiene un estilo muy peculiar, ya que en un inicio fue el alminar de la mezquita aljama, desde la que se llamaba a la oración a los fieles. Es de base cuadrada y algo
muy curioso es que la subida no se hace por unas interminables escaleras, como
es típico, sino por 35 tramos de rampas poco empinadas y fáciles de subir para
todos, incluso por caballos.
Sus cuatro muros están decorados con paneles de motivos geométricos de grandes dimensiones llamados seqba. También son muy bellos los arcos de cada uno de los pisos de la torre, que van alternándose de herradura y lobulados.
El remate de la
torre es cristiano, en estilo manierista, en el que está el cuerpo de campanas, que suenan a
todas horas y nos vuelen locos a los que no estamos acostumbrados. Si os
alojáis en el centro de Sevilla tened en cuenta que se oyen campanas a todas
horas de diferentes templos y separadas unas de otras para que se oigan todas
ellas: la catedral, el Salvador, etc.
Desde arriba las vistas de la ciudad y de los tejados de la catedral son maravillosas.
PATIO DE LOS NARANJOS
Lo último a visitar antes de salir, es el maravilloso Patio de los Naranjos, que data de 1184, pero que fue muy
remodelado en época cristiana. Como su nombre indica está completamente
sembrado de naranjos con unos canales en el suelo para poder regarlos. Cuidado
con vuestros pies no os vayáis a torcer un tobillo. Me imagino este patio sin
miles de turistas rondando y puedo imaginarme la tranquilidad del ruido de las
fuentes, la sombra agradable de los árboles y el olor del azahar.
Para más info:
Ahora que habéis dado un buen paseo y buceado en la cultura, es hora de descansar y tomarse algo por el centro y nada de los bares cercanos a la catedral. Pasead por la Avenida Constitución hasta la Plaza de San Francisco, donde veréis el ayuntamiento y seguid hasta la plaza e iglesia del Salvador. En esta plaza tan pero tan concurrida os podéis tomar unas cervezas, con todos los parroquianos y sevillanos variados. Allí la gente no espera a que quede una mesa libre en la terraza, se las toman de pie a cualquier hora, sin mesa ni nada. La vida hay que saber disfrutarla y en el sur me parece que saben hacerlo bien. Aquí van algunas fotos con mis compañeros de trabajo, que sin mucho pensar se hicieron unas cervezas conmigo.
Si que Sevilla tiene un color especial..la verdad es que no sabía mucha de las cosas que contáis en el post. Sevilla es una ciudad con mucha historia, y cada ricon tiene encanto. Resulta muy interesante, además, no sólo viaitar los monumentos, sino también comprender el por qué esán ahí o qué significan. Ahora he descubierto una app gratis para este tipo de cosas. Es una forma d ehacer turismo con un app de realidad aumentada. Vas con el mapa y y va contándote historias de cada lugar, además de aparecer personajes de otras épocas, lugares destacados, etc. se llama Guideo y gratuita, por si queréis probar. Luego para visitar algún sitio pagando, para mi los reales alcázares merecen la pena y al menos el guía que tuve yo fue muy bueno, contando anécdotas y toda la historia de forma muy amena.
ResponderEliminar